JUANITO ELMER HOMERO DE KAFKATITLAN


Bretón dijo que si México no existiera lo hubiera inventado Kafka. Pero se quedó corto.  A nuestro país no lo hubiera  podido imaginar ni un drogadicto en su más profundo viaje de mota mezclada con alcohol y clonazepán, si es que no se hubiera muerto antes de un pasón,  como le ocurrió a Michael Jackson.  Solo en este largo y motivado viaje podría haber imaginado un personaje como Juanito de Ixtapalapa que en este editorial hemos bautizado como Juanito el Mero Mero de kafkatitalan. Pero la realidad es que todos los mexicanos tenemos muy arraigado en nuestro subconsciente el síndrome del mero mero y como prueba está el párrafo de la canción de Jorge Negrete: “COMO MEXICO NO HAY DOS”.   Creo que se los sacamos a los alemanes de Hitler con su Deutchland uber alles. O sea Alemania arriba de todos en el mundo que pregonan en su himno.   Por supuesto,  no hay otro país igual.  Y la realidad es que si nos pusiéramos de acuerdo, empezaríamos  todos por  trabajar y dejar de pelear entre nosotros.  Probablemente con todas nuestras riquezas naturales, podríamos llegar a ser un gran país primermundista dentro de unos mil años aproximadamente y  ser un México totalmente normal . Los mexicanos no solo soñamos, sino estamos convencidos que somos cada uno el mero mero y por eso Juanito en Ixtapalapa lo han  idolatrado por ser muestra representativa de lo que quisiéramos ser.


Ser el mero mero y poder tranzar a Lopez Obrador por ser el causante de miles de nuestros problemas y atrasos con sus políticas retrogradas y con sus plantones y pleitos organizados dentro del seno del PRD que podría ser un buen partido de izquierda moderada que representara a ese,  el sector más jodido de nuestra población y lo apoyara para salir de pobre.

Nos sentimos chingones y por lo tanto los meros meros porque le ganamos después de 10 años de no hacerlo a la Selección gringa que le había quitado lo invicto a la de España después de 45 victorial seguidas, sin darnos cuenta que eso fue un garbanzo de a libra y no representa para nada que vayamos a realizar un buen papel en el mundial de Sudáfrica en el 2010. Todavía recuerdo como nos sentimos una maravilla cuando por primera vez en un Mundial empatamos con Gales, claro y por supuesto que si se trata de congales somos los primeros clientes asiduos sin importar que nos gastemos en esos lupanares el dinero que deberíamos llevar a la casa para mejorar la alimentación, la educación y vestido de la familia.  Pero eso sí llegamos al antro a tirar billete como padrotes de primera clase. Nos sentimos que somos el mero mero porque estamos convencidos que en México no hay justicia ni tribunales que nos pesquen ya que solo el 1% de los delitos es castigado y por lo tanto hacemos lo que queremos sin pensar en un posible castigo. Por eso tantas mafias, tanto secuestro y tanta droga circulando en nuestro país en lugar de que se fuera con toda tranquilidad para los EEUUAA que son la alberca de nuestro trampolín.


Y Juanito, se siente el mero mero porque llega a su casa a medios chiles y de mal humor por el hambre, pues la botana en la cantina brilló por su ausencia y  si no esta lista la comida, le pega unos gritos y unas cachetadas a su vieja por lenta y huevona. Claro que le puede pegar a su vieja, si para eso es el mero mero. Y así podemos seguir y seguir con ejemplos de lo que somos y porque somos así.


El padrastro que viola a la hijastra porque piensa que  tiene derechos sobre todos los que estén bajo su dominio y manutención. Y peor es la esposa  que por miedo a que la abandone el marido y la deje sin dinero, le permite que se propase con su hija. Total, es parte de la familia y todo queda dentro de lo obscurito.
El policía que se siente el mero mero porque ya tiene una charola o bien una chapa reluciente y que siendo un autentico naco, discrimina y exprime a los pobres indios o marías que pululan por las calles de la capital porque no pudieron encontrar el sustento en sus pueblos por el abandono en que están ya los páramos que antes eran tierras cultivables.


El burócrata que sentadote atrás de su rejaventana, prefiere ponerse a leer sus cuentos o bien comerse una torta y que le vale madres la gente que, haciendo cola por horas, se desespera y grita exigiendo servicio. A él únicamente le interesa ver el reloj para saber cuánto le falta para la hora de salida y cumplir lo que el jefe le ordena, ya sea lo más absurdo, para que no lo corra.


O bien el diputado que llegó a ocupar ese curul, nadie sabe como y su obligación no es con sus electores sino con su partido. Sus interés se aloja en cobrar su dieta y recibir las componendas, canonjías y prebendas que le da el puesto de elección `popular y  Levanta el dedo para votar si o no dependiendo de lo que le hayan ordenado sus jefes de partido y le vale un comino  el pueblo y mucho menos los que lo eligieron por bueyes.


El comisariado ejidal que en lugar de defender los derechos y posesiones  de los ejidatarios que lo votaron para ser su representante, se pone a las a órdenes,  del cacique del pueblo y realiza toda clase de trámites y escritos para despojar a los campesinos de sus tierras y ponerlas al servicio de los inversionistas o capitalistas que pretenden desarrollar nuevos centros de población o turísticos en esos terrenos que originalmente fueron otorgados en concesión para realizar actividades de producción agrícola y que su ambición es escalar a puestos administrativos en su pueblo hasta llegar a la presidencia municipal para poder aprovecharse  y apoyar a sus familiares y amigos que lo acompañaron en la aventura y solo ordenará pavimentar las calles en donde se encuentran sus terrenos.


Los ministerios públicos que se sienten los meros meros y que aplican las leyes a su antojo arbitrio y discreción para castigar únicamente a los que no tienen medios para salir de apuros legales y para apoyar a los que si los tienen aunque sean culpables de múltiples delitos.


Los secretarios y jueces, tanto civiles, penales o laborales que poniéndose a las ordenes de los abogados corruptos, manejan las leyes como si fueran de hule y pueden estirarlas y acomodarlas para contar con los entres, cochupos o  mordidas que los leguleyos les entregan y así   los asuntos se muevan en la dirección adecuada.


Los empresarios que a través de sus cámaras manipulan absolutamente todo para proteger sus intereses, sin importarles nada  lo que les ocurra a sus obreros, que están en manos de los lideres corruptos  o al pueblo consumidor de sus productos cada día más caros y malos. Y ya que mencionamos los lideres, estos si son los meros meros pero de la corrupción y de la venta al mejor postor de lo que ellos consideran sus ganancias personales al controlar a través de sus sindicatos los obreros que obedecen ciegamente sus deseos y ordenes, so pena de ser expulsados,  si bien les va,  o bien eliminados como ocurre constantemente con los que se rebelan en forma directa de sus líderes.

En la misma dirección, o sea hacia arriba, podemos seguir escalando los puestos  de la administración pública hasta llegar al pináculo de la pirámide de control y observar al MERO MERO o sea al Mandatario de la Nación  (mandatario es el que recibe las órdenes y no el que las da) y que llegó allí por ser listo y por tener una gran cultura y sobre todo porque sabe donde duermen las huilotas, es decir que está perfectamente enterado de lo que ocurre en su país. Conoce a todos los meros meros que hemos mencionado y sus vicios, virtudes y defectos.  Y todos nos preguntamos a coro el por qué no hace nada para resolver los problemas  por los que atravesamos que  cada día son mas y mas fuertes. Pues por la sencilla razón de que no quiere o no puede, Cualquiera de las dos. Porque sabe que arriba de él en forma hipotética están los dos meros meros reales e indiscutibles. Los capos de tuti capi, o sean los lords de las mafias que controlan todo lo que es ilegal y los capos del poder financiero, que vienen siendo los miembros jefes de las 300 familias que realmente imperan su ley y orden en todo el país y que controlan el 90 % de todo dejándole al 90% de la población el 10% en forma de migajas. Estos si nos realmente los meros meros y no hay para donde hacerse. Si el gran Juantio de Ixtapalapa,  que apodamos  ELMER HOMERO se siente que él es el bueno, pues dejémoslo sentirse así. Sigámoslo cultivando como si estuviéramos en Yucatán. (Hay que recordar el ciclista que lo cultivaron todos para que  se sintiera un campeón y terminó  muriendo de un ataque al corazón provocado por el esfuerzo). Si,  a Juanito Elmer Homero hay que cultivarlo y hacerlo creer que puede llegar a ser Presidente y cuando le pregunten cómo le va a hacer para resolver los problemas que crean los meros meros de la mafia y del dinero, el va a responder como Miguel de la Madrid: YO SE COMO y para variar, no va a hacer nada.  México seguirá siendo Kafkatitlan, el país mágico y soñado de siempre. Si, soñado pero en un largo viaje de algún marihuano despistado.