CON QUE GUERRITAS,  EH?

Por Eddie Villa Real


El titulo viene a mi memoria por aquel viejo cuento de un buen hombre que estaba sentado en una taza de un baño público, leyendo LA AFICION calmadamente tomando su tiempo.  El baño  estaba colmado de clientes impacientes. Es decir que hasta cola había en los gabinetes y los mingitorios para que los parroquianos  de la cantina pudieran satisfacer sus llamados a gritos de la naturaleza provocados por los litros de cerveza que todos habían ingerido durante el juego de la Selección Mexicana que había finalmente ganado un partido a la  de Cambodia, lo que había producido una euforia y una gritería casi igual que si le hubiéramos ganado a la de Argentina. (Pobres aficionados mexicanos, cada vez anhelamos  menos y nos conformamos con las migajas futboleras). Pues resulta que uno de esos desesperados, pero además enfermo, empezó a sentir los síntomas inequívocos de nausea provocada por los submarinos de tequila y cerveza que había ingerido en exceso y empezó a encorvarse por los espasmos, sintió que no se aguantaba más y abriendo la puerta de uno de los gabinetes en donde estaba el santo señor con su periódico en las manos, no tuvo más remedio que arrojar entre sus piernas desnudas (hasta los tobillos), el producto mal digerido de sus viceras, llenándolo de los miasmas producto de sus explosiones vomitivas.

Nuestro héroe, continuó sentado y sin inmutarse ni pararse, metió la mano dentro de la taza, agarró un enorme churro que flotaba tranquilamente en aguas contaminadas y  le grito; Ah, con qué quieres guerritas, pes ten, cabrón y le sorrajó un churróte escatológico en la cara.  Eso mismo es lo que le está pasando a nuestro Sr. Presidente con la guerra que le organizó a los señores narcos  que durante años el gobierno   consintió. Cuando Calderón (por presión gringa), consideró que México se estaba convirtiendo en un verdadero país de cinco poderes o sea el  NARCOPODER (en adición a los cuatro poderes ya existentes en nuestro país). El ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el cuarto o sea el de la prensa.   (a punto de desaparecer por tantos crímenes perpetrados contra nuestros colegas neosuicidas automaticos), decidió desatar esta guerrita que nunca va a terminar. Antes,   existía un pacto no escrito entre gobierno y capos, es decir, en sexenios anteriores, la Presidencia toleraba por no decir permitía la existencia del reino narco bajo unas reglas no escritas pero perfectamente establecidas:

1.-Que no haya muertos en las calles y que no se avienten BULTOS MORTUORIOS  a nuestras banquetas, como aquel famoso letrero en Huixquilucan que decía: “FAVOR DE DE NO AVENTAR CADAVERES PARA ESTE LADO DE LA BARDA YA QUE ESTE ES OTRO MUNICIPIO”                     

 2.-La droga es producto de exportación y no se debe de vender en México y menos en las escuelas y el que lo haga, se muere, como decía García Abrego el jefe del Cartel de Matamoros, entregado por Fox y sus cuates a los EEUUAA, para dejar libre el paso al recién liberado de la cárcel de “máxima seguridad” el ELMER HOMERO CHAPO GUZMAN.                        

3.-Ni Ustedes ni nosotros le vamos a meter lana a los anuncios espectaculares o spots de televisión porque eso es una falta de respeto y desperdicio de dinero absoluto. Este asunto no es de interés público.      

4.- A los aviones o trailers que contengan grandes cargamentos de droga, favor de no inspeccionarlos y mucho menos detenerlos.  NO VER NI ATISBAR, SOLO DEJAR PASAR. ERA EL LEMA                                                   

5.-La condición de que se permita el paso libre de los anteriores contenedores es que realicen una real y definitiva derrama económica para coadyuvar con la economía nacional.  La lana se gasta aquí nada más. 6.-Que no existan tratos, ni acuerdos formales con fuerzas inferiores de judiciales y mucho menos policías municipales o estatales. Los tratados son de altura y todos los de abajo que se conformen con sus sueldos       

7.- Que todas las ganancias o bien las diferencias entre el costo y la venta en los EEUUAA, se inviertan en el país para mantener la balanza de pagos más o menos bien emparejadita. 30 mil millones de dólares son buenos 

8.- A los prisioneros en esta guerrita o bien a los que por mala suerte les toca las de perder, se les castiga con cárcel y nunca con sentencias de muerte como ahora. Los niños, las mujeres  y la vida hay que respetarlos.

9.- Los narcocorridos son un patrimonio cultural de nuestra nación y nunca deberán de ser prohibidos y mucho menos que a las bandas que las cantan,  sean atosigadas o bien perseguidas y mucho menos eliminadas

10.- Las altas autoridades involucradas, como era el caso del Gral Gutierrez Rebollo, el Srio. De la Defensa y de Gobernación que eran los testigos y principales defensores del PACTO DE NO AGRESION, se les respetaba como al Presidente de la República, cosa que ahora no se respeta ni se toma en cuenta a ninguna de los cuatro.

Entonces, donde quedó la bolita.  Quien o quienes fueron los que rompieron este pacto y se desató la guerrita del narco que nadie sabe por qué empezó y mucho menos cuando va  a terminar. SABE DIOS. El caso es que ya está aquí y nadie sabe para donde están las paredes para poder arrimarse en contra. Las balas salen por todos lados como gotas de lluvia y todos nos estamos mojando y algunos con menos suerte se los lleva patas de catre en la bola. Parece la revolución de 1910. De perdido, en esa todos sabían que era para derrocar a Don Porfirio y cuando zarpó a Europa en el Ipiranga, pues era para quitar a Madero y luego para quitar a Huerta y luego para quitar a Don Venustiano  y luego a los mártires de Huitzilac, y luego para quitar a Obregón, etc. o sea el clásico deporte nacional del QUITATE TU PARA QUEDARME YO.  Pero de perdido el pueblo sabía que esa guerra era para algo. No que la de ahora, nadie sabe para qué es,  quien la ordenó y quien aparte de los gringos iba a salir favorecido en caso de que se ganara. Cosa que estaba en chino. Es más fácil sacarse la lotería dos veces como Fidel Herrera (el Gober también  “precioso” de Veracruz), que averiguar para que se desató esta guerra del narco  que ya lleva más muertos que la de Viet Nam, que nunca se supo para que se inició y la de Irak que no tuvo tantos muertitos pero que sirvió para que los EEUUAA se quedaran con una de las más grandes reservas de petróleo en el planeta que por culpa de Sadamm Hussein, no la podían ni tocar. 

Si ustedes mis cuatro lectores piensan que la guerra se puede ganar y que la venta, consumo y riqueza que deja la mercadotecnia de las drogas se va a acabar, están más equivocados que las autoridades municipales del nuevo municipio de Tulum que piensan que se van a salir con la suya y que al salir este año, se van a retirar con todas sus riquezas en sus abultados bolsillos  y que los actos ilegales que permitieron o que provocaron  van a quedar impunes.  Y si no al tiempo que es cabrón e inexorable.
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