LEY DE EDDIE MURPHY
AGUAS GRINGOS, AHÍ LES VAN LOS GREASERS
Por Eddie Villa Real
Empezaron a invadirnos, si es que se puede llamar así, por allá del año 1824, recién iniciada nuestra vida republicana ya que la independencia de España, se había concretado en 1821 gracias a la habilidad política de Iturbide, que convenció a Guerrero y a Victoria de que había que fundar un imperio en México. Un filibustero de nombre Steve Austin con una bola de protestantes baptistas, pidieron permiso para establecerse en el norte del estado de Coahuila, allá por Dalas, y Hueco (Waco), rancheríos olvidados de la mano de Dios que en la capital ni siquiera sabían que existían y los mexicanos no querían pasar de San Antonio por miedo a los Apaches. Con tal que pagaran impuestos y que se convirtieran al catolicismo, se les permitió establecerse. Al no existir ningún tipo de supervisión no solo no se convirtieron sino que fundaron varias iglesias baptistas y hasta se atrevieron a fundar la primera Univesidad-Seminario para pastores protestantes con el nombre de Baylor, que hasta la fecha sigue figurando como una de las más importantes de Texas. (Yo tuve la oportunidad de estudiar en esa institución)
Desde esas épocas y `probablemente antes ya nos miraban por encima del hombro y no nos bajaban de cochinos, mugrosos y por esa razón nos pusieron el mote de “greasers” o sea grasosos. Para ellos todos los mexicanos somos iguales de sucios y piensan que lo único que sabemos hacer es podar sus bien manicurados pastos verdes alrededor de sus residencias. No tienen ni la menor idea de que en México hay millones de mexicanos, limpios, aseados, trabajadores, listos y que viven mucho mejor que las hordas de desamparados y sin hogar (homless), gringos y negros que pululan en las orillas de las grandes ciudades. Para ellos todos somos mugrosos y solo basta leer las declaraciones de un policía del BORDER PATROL, que riéndose al dar su entrevista a la prensa gringa, decía que era facilísimo seguir las huellas para pescar a un Wet Back (espalda mojada) que se había internado en su territorio. Solo tengo que seguir la pista que deja en forma de basura. Envolturas, bolsas grasientas, botes de refresco o cerveza, cigarrillos enfilados y hasta pañales sucios. Al final lo pescan todo mugroso tirado en una raquítica sombra de un huizache, durmiendo en el día ya que caminan toda la noche. Esa es la imagen que tienen de nosotros. No entienden que los que van a arriesgarse al cruce, son pobres campesinos, sin hogar, sin educación, sin modales y sin dinero ya que si lo tuvieran, se hubieran quedado en casa muy tranquilos.
En un editorial anterior titulado VIVIR COMO GRINGOS publicado en EXPRESIONES, expresaba este escribidor en forma de reclamo que los EEUUAA, deberían de ser más responsables y agradecidos por lo que México y sus pobladores han hecho por ellos. La fortuna gringa se basó en nuestra mano de obra barata y en los recursos naturales que les hemos vendido a bajo precio. Pero no solo agradecidos sino perspicaces, pues no se dan cuenta del peligro que corren sus fronteras, por no ayudar a México a que salga del bache en que se encuentra. El estallido es inminente ya que 5 o 6 millones de campesinos pobres, se van a lanzar sobre las bardas y los del Border Patrol no los van a poder parar. Y de casualidad qué me cae en manos un libro que describe a la perfección lo que va a pasar cuando un líder llamado Topitzlin, arenga a las masas de precaristas y con discursos estilo Hitler, los levanta en ánimos y los lanza en una carrera suicida hacia los repletos supermercados del otro lado. Viajando al estilo que ellos conocen, como las peregrinaciones anuales, en que todos se avientan como el borras, en bicicletas, camiones, a pie, caminando todo el día y durmiendo en la orilla de las carreteras. Lo hacen cada año hacia la Basílica de Guadalupe o de Chalma o bien en Zapopan. Todo es que alguien los despierte del larguísimo letargo somnoliento de 500 años para que griten de entusiasmo ¡Vamos al otro lado a llenar nuestros morrales de yute con productos gringos!. O bien ¡Vamos a los EEUUAA a recuperar lo que nos robaron hace 150 años! ¡Allá esta nuestro porvenir y el de nuestros hijos! Hay que sacrificarnos a como dé lugar pero tenemos que llegar allá, y pronto! Yo quisiera saber que hacen los policías y soldados gringos cuando vean avanzar y cruzar la frontera de San Isidro, Calexico o El Paso con muchedumbres de 500 o 600 mil mujeres y niños en avanzada que les importa poco los balazos con tal de seguir cruzando. O bien igual cantidad en El Rio, Roma, Laredo, Brownsville o Puerto Isabel. Que van a hacer los pobres gringos. Por supuesto la estrategia de los líderes es mandar primero a las madres con sus hijos a rastras o bien en brazos. Me puedo imaginar los gritos de los soldados gringos: Jesus, the greasers are coming! (Jesucristo los grasientos ya vienen), A ver quién va a ser el primer soldado valiente o bien pocamadrista que se atreva a disparar a las mujeres con niños en brazos. En el caso de ciudades con el Rio Bravo de por medio, miles de lanchas, troncos o bien caminando por las partes bajas, cientos de miles de desesperados e influenciados por sus líderes, buscan la felicidad y bonitos lugares que existen al otro lado de la frontera. Y dicen jocosamente: ¡Pinches gringos, nos robaron lo mejorcito y nos dejaron puros pueblos polvosos!, sin percatarse de que si el lado de ellos está increíblemente mejor es porque así lo han conseguido a base de su dinero y nuestra mano de obra barata.
El final de la novela es una mariguanada o sea una gringada y se sacan el final feliz de la manga. El héroe cruza la frontera hacia México y consigue con millones de mordidas que asesinen al líder Topitzlin, y con eso consiguen que las hordas se regresen. ¡Si como no!. Que lean un poco de historia. Si ésto llegara a ocurrir con toda seguridad va a pasar lo que en la Batalla de las Cruces, en donde Hidalgo se dio cuenta que ya no podía con las hordas encabronadas y resolvió regresarse, sin haber tomado la Capital, que la tenía en sus manos. No se atrevió a tomar la Cd. De México pues se percató que no podía controlar a los miles de campesinos ávidos de venganza contra el blanco, criollo o mestizo de la capital. Nadie hubiera podido parar el pillaje una vez sueltos. Esto lo deberían de tomar en cuenta los gringos, si es que hubieran estudiado con detenimiento los acontecimientos en 1810. A la raza de bronce embravecida y alebrestada por un líder que se dé cuenta, que puede levantar a 15 millones de precaristas o jodidos como dicen Azcárraga y Aguirre, con discursos llenos de demagogia y odio y que los lanze a una muerte segura o bien a la gloria de poderse alimentar y vivir como güeros en los EEUUAA.
Así que, AGUAS MIS QUERIDOS Y NUNCA BIEN PONDERADOS GRINGOS, pónganse las pilas porque ahí vienen los GREASERS y empiecen a tomar cartas en el asunto. La solución es sacar de pobres a 50 millones de chicanos al sur de sus fronteras, que son un peligro latente para Uds. Esa solución, no es solo del PRI, del PAN o de PRD, con todo y sus alianzas. Ellos ni juntos ni separados, pueden con el paquete. Son Uds. los que tienen el sartén por el mango. O nos sacan de pobres con la riqueza que amasaron en 150 años a costa nuestra o bien se les va a venir una bola de grasa que no la van a parar. Sí, de grasa, porque Uds. no nos bajan de grasientos y millones de “greasers” van a hacer que se regresen Uds. a sus 13 colonias originales.