LEY DE EDDIE MURPHY
EL TRIO DE LOS SANCHOS
Por Eddie Villa Real
Las mujeres casadas, se ven muy lentas últimamente. ¿Cómo es eso de que únicamente quieren tener un sancho? Que acaso quieren quedarse cortas? O bien no están conscientes de su capacidad de otorgar caricias y favores a más de uno. Me cae que la naturaleza siempre hace las cosas al revés. Las mujeres pueden con muchos y no quieren y los hombres quieren con todas y NO PUEDEN. Lo que pasa es que Dios no les dió alas a los alacranes como bien dice el famoso dicho. ni capacidad de garañón a los hombres. No más imagínense de las brocas y problemas que tendríamos con eso de estar matando alacranes al vuelo como si fueran moscas, porque si no lo hacemos van a aterrizar en nuestros lomos y picarnos con singular alegría o bien que tuviéramos capacidad de aparearnos con 100 en una noche como los leones. Que hueva. Mis cuatro lectores, con toda seguridad no tienen ni la menor idea de donde salió la palabra SANCHO, al referirse al amante furtivo de las mujeres casadas que aprovechando la ausencia del marido, (que salíó al trabajo o bien a la cantina con los cuates o peor tantito al despacho contable, sí, CON TABLE DANCE a gastar en suripantas el dinero del guardadito que siempre tienen las damas adentro del ropero). Pues bien, este dicho proviene del idioma de los cazadores, que decían, cuando hallaban a un venado dormidote entre la maleza, “No me lo van a creer, lo agarre sanchito y le puse un tiro en el codillo. (lugar preferido por los cazadores de venados al que apuntábamos ya que la bala les quebraba las paletas y caían redonditos y así, evitarse andar horas y horas siguiendo los rastros de sangre hasta llegar sedientos y cansados a donde el venadito yacía muerto por la desangrante bala). Pregúntenmelo a mí, que viví esas aventuras cinegéticas
Agarrarlo sanchito significaba no tener que andar lampareando el piso para buscar manchas de sangre por horas enteras y luego tener que cargar al pobre venado de regreso para poder convencer a los colegas en el campamento alumbrado por el vivac de leña humeante y olorosa que sí era cierto lo del sancho. Y de allí el dicho pasó a describir lo que conocemos. De la maleza en la sierra al tálamo matrimonial dentro de la recamara de la esposa infiel que engañaba a su marido con uno de los jóvenes que se ligaba en un bar. . El cornudo marido, en la cantina, no tenía más remedio que confesarle a sus cuates, al calor de los alipuses: ¡Que llegó a su casa y oyó ruidos raros y al abrir la puerta de la recamara, pescó al SANCHO bien sanchito. Todo encueradote y nalgas para arriba y abajo. Hacía su trabajo satisfactor de esposas y por consiguiente eliminador de malos humores de su santa conyuge. Claro, después de que el sancho se iba, o bien que se escapaba brincando por la ventana, la esposa quedaba hecha una sedita. Durante algunos días, va a complacer al marido con sus platillos preferidos. Le va a poner sus pantuflas en la sala y llevándole una copa de su trago favorito, le dará unos masajitos en el cuello. Y no se diga después en la cama. Como dice la canción de moda. “ Anda mi vida, tú que tienes boca grande ponte a jugar! ¡CABRONAS, ¿Por Qué tienen que hacer todo eso solo porque las pescó el marido en la maroma con el sancho. Que no se dan cuenta que para que exista un sancho forzosamente tiene que haber un espacio reservado para el pobre CORNUDO ABNEGADO?. Y ellas pasan a formar las filas de las LIGERAS DE CASCOS. Que trío tan bien armado. El sancho, el cornudo y la yegua que salió bien fina.Todo mundo admite que los tríos son una maravilla porque reencienden la llama de la pasión de las parejas ya cansadas de darle duro y dale a lo mismo. OVER AND OVER. Por supuesto que nos referimos a los tríos en la cama y no a los Panchos o Diamantes. Dice el primo de un amigo que este truco acarrea consigo una serie de nuevos sentimientos de amor y arraigo en la pareja. Claro, la nueva y eminente fuerza sexual del tercero anexo, crea una nueva atmosfera de satisfacción en la esposa pues ya existe un nuevo bateador emergente con una gran capacidad de entrega. Y LUEGO ¿Que es lo que pasa en la mente de los maridos que piensan que pueden arrimarse también unas amigas de la doña para aventarse al ruedo el otro tipo de trío?. Inocente. Si no puedes con una, criatura, como crees que vas a echarte a dos. Pues solo que sea de espectador ya que entre ellas, que se entienden a las mil maravillas, existe la posibilidad de que duren horas apapachándose por tener esa increíble capacidad que la naturaleza y Dios les otorgó. Poder estarle dando vuelo a la hilacha un ratote mientras el marido se cansa de nada mas mirar y cuando siente hambre se retira al refri a prepararse un sándwich o a echarse una siestecita reparadora. A las mujeres Dios las dotó de esa capacidad pero también les dio el remilgo o bien el freno ya que si lo hacen libremente pueden ser catalogadas como facilotas y eso va siempre acompañado de un gran escarnio social. De hecho el matrimonio lo inventaron ellas para que hubiera una gran diferencia social entre las que exigen matrimonio para entregar el tesorito y las que lo entregan en forma rápida y automática por medio de una transacción comercial o bien por deseo de ser complacidas por un joven cumplidor. En la misma forma, (muy sabia por cierto), a los hombres nos dotó de una gran incapacidad física para dar cabida a nuestro libído que siempre quiere tener un harem de cientos de jovencitas a nuestra disposición y servicio como si fuéramos Sheiks de Arabia en esa mariguanada de cuentito que se titula LAS MIL Y UNA NOCHES. Todo lo anterior es lo contrario de acuerdo a las Leyes de Eddie Murphy.
LEYES ADICIONALES DE EDDIE MURPHY
Por lo tanto, a partir de este editorial, dedicado a todas ellas, las bellas damas deben de aprenderse de memoria todas estos sabios adagios de la Ley de Eddie Murphy y aplicarlos al pié de la letra. La felicidad conyugal esta a la vuelta de la esquina, con el TRIO DE LOS SANCHOS esperando y haciendo cola ordenadamente para llegar a su casa. Y tú, cuando salgas para tu oficina o trabajo no se te olvide darles a cada uno de ellos una llave para que no molesten a los vecinos con sus toquidos producto de su desesperación por llegar a cumplir con esa delicada función social que significa dicha entrega diaria, como si fueran lecheros y que como la LOTERIA NACIONAL, (y las chachas eficientes) HACEN HOGARES FELICES!
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