LEY DE EDDIE MURP
EL BUEN JUEZ Y EL MP
Por Eddie Villa Real


. Cuantos cientos de miles de mexicanos han estado en la cárcel o bien caído en la desgracia, gracias a esa desacreditada y aberrante institución legaloide instituida hace años por   alguien que debe de estarse pudriendo en las llamas del infierno. Nos referimos por supuesto  MINISTERIO PUBLICO REPRESENTANTE SOCIAL PARA  LLEVAR A CABO LA JUSTICIA PARA EL PUEBLO MEXICANO. Ni es honorable ni institucional  y mucho menos representante  para defender los derechos del público. La realidad es que es todo lo contrario. Su nombramiento no ha sido por sus méritos por ser un joven abogado de las causas justas sino porque ha sabido seguir al píe de la letra las instrucciones y ordenes de sus superiores que antes lo fueron y que llegaron a jefes por obedientes. Ay del pobre que se atreva a desobedecer las órdenes de arriba y defender a alguien que sea realmente inocente en contra de la autoridad.  Lo corren a patadas y probablemente le abran una causa penal en su contra para que se le quite lo redentor. En otros países, el ser fiscal, es un gran honor y los jóvenes que salen de la escuela de leyes, se pelean por entrar a formar parte de la honorable y muy prestigiada minoría de seres cuya misión en esta vida es la de defender las causas de los que menos tienen o bien de los inocentes que son acusados como culpables y también la de entregar a manos de los jueces lo que a su personal juicio son culpables de haber cometido delitos sancionados por las leyes penales de sus respectivos países. Pero en México, para desgracia de todos los pobres, o bien los que no tienen abogados porque no se pueden dar el lujo de pagarlos, las cosas no son así. Es el país de la discrecionalidad, es decir que a discreción de ellos mismos pueden aplicar las leyes o artículos del reglamento  de acuerdo a como se muevan las aguas de la averiguación previa. Siempre estarán de parte del dinero que los mueve como muñecos de gelatina. Es tan sencillo. Solo tienen que solicitar pruebas que saben que no se van a aceptar o bien esconde aquellas que detectan como contrarias a lo que les conviene. Ellos, desde el principio, ya saben que no van a ser tomadas en cuenta por los jueces. Reciben líneas desde arriba por parte de sus jefes, y saben donde duermen las huilotas. Por eso están allí. Cuando emiten, por error, oficios o bien opiniones en contra de alguien que está bien parado arribotota, corren el riesgo de que ese señor muy influyente le llame al gobernador o al procurador para quejarse de que el MP lo quiere perjudicar y entonces se mueve milagrosamente la maquinaria. El procurador le llama al subprocurador y este al Director de Averiguaciones Previas y le piden al pobre agente la renuncia de inmediato. Ordenes son órdenes. “Para que se te vaya quitando lo pendejo”, le dicen sin compasión y lo corren sin pagarle si quiera la última quincena y mucho menos la indemnización de ley que le corresponde.


Por esta razón, ellos, todos los MP en turno lo saben. Les vale madre la justicia, las leyes y todo lo que signifique representación social. Lo que vale son las  líneas que le llegan desde arriba. Ah, claro. En muchos casos, la línea es que no hay línea. Pues de los miles de expedientes de tipo penal que manejan, hay muchos que los jefes ni se enteran y es entonces es donde impera la fuerza motriz de la lana. Si el acusado es un pobre muchacho que se parece mucho a su primo que se estaba robando unos tubos de cobre de la vecindad, pero no tiene 20 mil pesos para la buchaca del MP, entonces, la consignación con detenido es inminente. Y el pobre va a estar cinco años en la cárcel por un delito que no cometió y que su culpa es únicamente la de parecerse un poco al primo que era el que se los chingó.  Si la pobre mamá del muchacho hubiera reunido a tiempo el dinero o bien que negociara unos pagos en especie, ya sea una tele, una moto o bien un vocho, entonces, la averiguación previa se  declararía  con la misma facilidad como floja  y al decretarse  en uno o varios escritos como incompleta, pasa a formar parte de los folios sentenciados  como meritorios de archivarse por no haberse encontrado ningún viso de culpabilidad del acusado en la averiguación correspondiente y el expediente se cubrirá  de polvo y de vergüenza al pasar a formar parte de los miles que duermen profundamente en los anaqueles del MP para toda la eternidad.


Pero si el abogado de un niño rico que en un arranque de celos producto de su desviación sexual, mata a puñaladas a su amante a sangre fría, cuenta con los contactos con el MP  que averigua la causa y cuenta con todo el apoyo de los familiares del acusado, como para repartir a secretarios, peritos y fiscales, entonces en la averiguación de marras, todo se distorsiona. El muerto si falleció por heridas de puñal, pero la verdad es que se cayó “cuatro veces” en forma accidental sobre un cuchillo de cocina que estaba tirado en el suelo. Las mentiras  envueltas en billetes verdes, se convierten en dudas razonables y las verdades que vuelan por los aires, como si fueran palomas mensajeras del mal, se transforman en viles chismes que no pueden ser tomadas en cuentas por no tener fundamento legal.  Como ocurrió en el caso de la niña  Paulette. El Procurador declaró que murió de asfixia “natural” pues sus orificios se obstruyeron al haberse escondido  en un rincón de la cama  (donde no cabe ni una almohada) jajaja.


En todos los países del planeta, todo mundo es inocente hasta que se le demuestre por parte del  juez de  que es culpable. Menos en México. Aquí no hay ni culpables ni inocentes. Si el Ministerio Publico decide, (y así lo consigna), de que  una persona es presunta responsable, entonces el juez, ordena la detención por parte de los judiciales que “amablemente a madrazos” invitan al susodicho a que acuda ante el juez, para que se inicie el juicio y se decida si es culpable o no. Por lo pronto ya se chingó 72 horas como mínimo en el tanque, mientras el juez y los abogados, (si es que tiene lana), puedan llegar a un arreglo. El secretario es el que hace el proyecto y por supuesto, la Sra Discrecionalidad, entra en escena. Con las mismas pruebas que existen en el expediente, se le deja en libertad de inmediato si es que hay algo  de por medio. Y con esas mismas pruebas lo pueden refundir por varios años en el bote, si es que no le llegaron al precio al secretario negociador en esta cuestión.


Dios mío! ¿En qué país estamos? Pregunta un inocente. Pues en México, pendejo, le responden a coro todos los que lo escuchan. Que no te has dado cuenta todavía de cómo se mueven las aguas de la impartición de la justicia por acá en Kafcatitlán. Si tienes lana  te mueves como pez en el agua. Compras la justicia y puedes hacer lo que quieras. Pero pobre de ti si se te ocurre hacer algo malo o bien parecer sospechoso de cualquier delito y no tener el efectivo para defenderte de la discrecionalidad. Si eres culpable, te forras de billetes verdes o de cualquier color y te conviertes en inocente. Ah, pero pobre de ti si eres inocente de lo que te acusan y no tienes con que defenderte. Eres culpable en forma automática disfrazado de presunto responsable. AGUAS. Por eso es bien importante aprenderte de memoria los preceptos de la LEY DE EDDIE MURPHY que dice: EL BUEN JUEZ POR SU LANA EMPIEZA.  EL SECRETARIO O EL MP NO SE QUEDAN ATRÁS.


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