EDDIE VILLA REAL- EL VASCO ME DA ASCO

En mi anterior entrega de EXPRESIONES se lo dije muy claramente. Yo, como los otros 100 millones de Directores Técnicos de nuestra Selección Mexicana de Futbol, teníamos razón. Te subrayamos los 10 errores que habías cometido en el primer juego que ya merito perdíamos con los de Sudáfrica, los cuales eran perfectamente lógicos. Por eso el editorial iba titulado LA LÓGICA DE LO ILOGICO. Copia de esa publicación se mandó a Televisa y a miles por internet y con toda seguridad la recibiste porque, “QUE CASUALIDAD”, de los 10 errores corregiste como 6 y saliste triunfador ante Francia que te dio respiro y saliste airoso de la casi eliminación de la primera ronda, gracias a que Francia está peor que nosotros con ese director técnico que huele a muerto y que toda Francia le mienta la madre.

Mete a Cuauhtémoc en lugar de Vela que está salado.
No metas a Franco que es traidor por ser argentino.
Pon de capitán a Márquez, pues todos lo respetan
Deja en la banca a Paul Aguilar.
Mete al Chicharito desde el principio. Es el único.
Mete a Barrera ya que es rapidísimo.
Mete al Venado para que repita el gol de Italia.
Quita al Conejo pues es de la mala suerte. Pon a Ochoa
Perdónale a Ochoa el error contra Corea. No es para tanto
Pon una alineación que meta gol desde el primer tiempo.

De los 10 cambios propuestos, hiciste solo 6 y conseguiste un increíble triunfo con Francia que dio la vuelta al mundo y no fue suficiente. La volviste a regar completita contra Uruguay o más bien hiciste lo que quisiste por intereses mezquinos y dejaste a Franco todo el juego. De veras que no hay mas ciego que el que no quiere ver. Todo México lo gritó a voz en cuello e inclusive los narradores paleros de Televisa lo repetían una y otra vez. ¡Que mal está jugando el Guille, ha fallado un chorro de pases. Falló dos goles hechos. Uno, el primero que en lugar de tirar como iba, se la quiso acomodar con el pecho y cuando quiso hacer algo ya le habían caído los defensas uruguayos. El otro, era un gol hecho. Solo que tenía que parar el balón y rematar con la portería totalmente abierta para meterla. Se le fue el balón entre las patas. Pero lo lógico era de que cuando le mostraron la amarilla por puerco, lo sacara porque se podían quedar con 10 y NI ASI. Los 100 millones de directores técnicos nos hacíamos cruces. Por qué, por qué, por qué no lo saca y mete al Chicharito. Al final, hizo lo increíble, sacó al Cuahu para meter al joven goleador y dejó allí plantadote como maceta al traidor argentino que con el cuento de que ya está naturalizado mexicano ya puede con el paquete. PARA NADA. Es una nulidad y lo demostró.

Todos los acordamos del mundial del 86 en donde Mejía Barón teniendo los tres cambios posibles, no hizo ninguno a pesar de que todos estaban cansadísimos por el calor. . Zague estaba con la lengua de fuera y no se podía mover y Hugo que estaba fresquísimo, lo mantuvo en la banca. NO METIO A NADIE. Algunos años después se supo la razón. Había recibido un telefonazo de uno de los socios de Televisa (ahora dueño del Atlante) , que le dijo: “No vayas a sacar a Zague”. Si mete un gol lo podemos traspasar a cualquier equipo de Europa por 10 millones de dólares y LO DEJO A PESAR DE QUE NO SE PODIA MOVER EN LOS TIEMPOS EXTRAS. Los alemanes estaban vencidos y si hubiera realizado tres cambios con gente fresca como Hugo, hubieran metido no digo uno sino tres goles.

Pero ¡increíble! pero cierto. VOLVIO A OCURRIR. Al Vasco le hablaron por debajito de la mesa. Si dejas a Franco y este mete un golecito, lo vamos a poder vender en un chingo de dólares ya que no sabemos que hacer con él.

La última vez que jugó más o menos bien fue con el Monterrey y allí se movía como pez en el agua. Hacía lo que quería y la afición lo animaba y le coreaba sus travesuras. Pero unas lesiones en los tobillos y otras en otros lugares de su físico, fueron mermando sus facultades y posibilidades. Lo mandaron al Villareal y allí estuvo tristeando varios años hasta que lo corrieron. Un equipo mediocre de Inglaterra, lo quiso probar y después de varios meses lo despidieron de regreso. Así que su carta estaba abierta para cualquier traspaso. Los dueños de esa cartita, no saben que hacer con él. Anda de la seca a la meca y ya nadie lo quiere. Ya completó como 30 juegos sin meter un solo gol.

Con toda seguridad al Vasco le ofrecieron el 10% de lo que se pueda vender o sean 500 mil euros si se vende en 5 millones, así que mételo y aguántalo. Pobrecito. La cantidad de pases malos y equivocados que dio a tal grado que lo tuvo que regañar dentro de la cancha el capitán del equipo. ¡ Ya párale, cabrón, pos que estas haciendo! Que no te das cuenta que si perdemos este juego nos va a tocar con tus paisanos los Argentinos que siempre nos dan en la madre en el cuarto juego” Y ni así hizo caso. Sabiendo que estaba firme con el Vasco, hizo cualquier cantidad de pendejadas para arruinar la posibilidad de que México, en el cuarto juego, pudiera ganarle a Grecia o Corea y pasar fácilmente al 5 juego POR PRIMERA VEZ EN NUESTRA HISTORIA. ¡Ah no, tenía que ser cosa del destino o más bien del malfario que nos persigue y ahora nos tocan los ches con todo y su Maradona y Messi. Van a ver la chinguita que nos van a arrimar el Domingo. Solo un milagro de la virgencita nos salvaría del completo desastre y de la eliminación inminente y regreso a casa.

Y todo por una lana para el dueño de la carta de Franco y una gran comisión para Mr. TEN PERCENT, que se convirtió el Vasco que es un asco. Venderse así por unos miserables 30 denarios o bien por un plato de lentejas.

Y poco a poco llegamos a la conclusión de que tenía toda la razón cuando se balconeó en su entrevista a un diario de España cuando Aguirre dijo que México es un país de jodidos, que vamos a seguir en el 15 o 17 lugar mundial, que tiene un miedo terrible que lo vayan a secuestrar a él o a su familia y que una vez terminado este mundial se pela para España con sus casi 15 millones de dólares que cobró por hacer nada. Claro que consiguió que calificáramos pero no fue él sino el Cuahu que trajo nuevos bríos a la selección. Fue el artífice del cambio mental y buena vibra.

Es ahora cuando recuerdo ese sabio precepto de la Ley de Eddie Murphy que dice claramente: Si quieres encontrar un tesoro escondido, quémale las patas a Cuauhtémoc. El no sabe por qué, pero tú sí.