LEY DE EDDIE MURPHY
OMELETTE CON MUCHOS HUEVOS
Eddie Villa Real

Los mexicanos somos unos dejadótes, dormilones e indolentes. Eso nadie lo duda. Es más, lo sabemos y no hacemos nada para remediarlo.  Y eso no es de ahora, Desde “ENDENANTES” ya éramos así y no vamos a cambiar.  Todos formábamos un grupo de pueblos aislados alrededor del lago de Texcoco hace 750 años y la pasábamos muy campante. Vimos como un grupo de  despistados  aventureros que llegaron desde lejos, se adueñaron de un islote  al centro del lago y que se pusieron a vivir allí, sin que nadie los molestara. Pensábamos que estaban rete locos. ¿Cómo que quieren asentarse allí si no hay nada?  Solo porque vieron un águila parada arriba de un nopal comiéndose una víbora.  Dijeron que esa era la señal que los ancianos les habían marcado desde su natal Aztlán, por allá de lo que hoy es Nayarit.  ¡Ah, total, si quieren quedarse por allí, pues que se chinguen dijeron todos los pobladores de las orillas del enorme lago.  Pasando los años, vieron que lo iban rellenando con lodo y que el islote y la población fue  creciendo y nadie vio el peligro hasta que un día se armó la bronca.  Llegaron por miles,  todos con atuendos de guerra y cargando unos garrotes, lanzas y disparando flechas con sus adornados arcos, organizaron la matazón y conquistando, sojuzgaron. Se llevaron a las mejores vírgenes y jóvenes esclavos disque para ofrecerlos a su sangriento dios de nombre raro  y  exigieron que se pagara   un alto porcentaje de las cosechas,   productos pesqueros de diaria frescura y que a cambio ellos los iban a proteger de los ataques de cualquier enemigo que se atreviera a invadirlos.  (Clásico cuento de algunos gobernantes y también de los delincuentes  que venden protección). Y allí van, los pendejos que se  lo creyeron,  a pagar con sudor y sangre lo que los nuevos dueños de su  destino, los  LEGISLADORES DE SUS VIDAS.  UN CONGRESO DE PILLOS QUE SE ENRIQUECIERON A COSTA DE UNA BOLA DE COBARDES.

Y eso perduró por cientos de años. Nadia hacía nada,  pues como quiera que sea, todos comían, vivían más o menos y era preferible pagar y someterse a los mandatos, que morir de un garrotazo, de una estocada de obsidiana que abriendo las costillas les arrancara el corazón para ofrecérselo a los dioses o bien a las hordas hambrientas que esperaban las mejores partes del  cuerpo para devorárselas con gran apetito. Y GRITARON:.  SOMOS MUCHOS PERO NO SOMOS NI MACHOS NI ENTRONES PARA LOS GUAMAZOS O MAS BIEN,  COYO0NES POR NO DECIR “ULEROS”.  Como voy a arriesgar la chinampa o mi canoa de madera o el jacal con mi vieja y mis hijos. Claro que no! Es mejor así.  ME AGUANTO PORQUE TENGO ALGO QUE PERDER Y LO TENGO  SOLO PORQUE  ME HE AGUANTADO.  Ese es el eterno lema de los habitantes de estas tierras. POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS. SOMOS UN PAIS DE JODIDOS.

Luego, llegaron los hombres blancos y barbados montando unos enormes venados con cuernos y que cargaban unos tubos que producían truenos y que mataban a distancia y aunque éramos 20 millones de habitantes en estas tierras, ellos,  que eran solo unos cientos, nos conquistaron poco a poco y nos pusieron a trabajar de esclavos a construir sus palacios y a acarrearles agua fresca cargando tambos en nuestros lomos y vimos como ellos se trepaban arriba de nuestras mujeres e hijas y que las hacían parir produciendo mas esclavos para sus propios servicios.  Pero como el miedo nos invadía,  solo veíamos como nos esclavizaban a más no poder.  Era tanta su ambición que nos obligaban a escarbar enormes hoyos en la tierra para sacar con morrales en la espalda   “minerales” que purificaban con ritos y brebajes extraños para terminar con ladrillos de oro y plata que invariablemente mandaban en grandes embarcaciones con mantas blancas que se hinchaban al viento y que las mandaban hasta el horizonte que se encaraba de hacerlas cada vez más pequeñas.  Todo esto nos enfermaba y nos aniquilaba por miles y miles. ERAMOS MUCHOS PERO NO  MACHOS. Y la devastación duró años y años pero como no queríamos perder nuestras vidas y familias en chozas de adobe, el miedo y pavor imperaba en nuestras almas. Era mejor aguantarse que rebelarse y morir al ritmo del garrote o bien colgado de una soga.  MEJOR ME AGUANTO PORQUE CUANDO MENOS TENGO ALGO Y NO LO QUIERO   PERDER.

Y así pasaron los siglos.  El país denominado MÉXICO, crecía en población mezclada de todos colores. La clase dominante, la blanca,  ya sean españoles de cuna o bien los criollos, nacidos de padres blancos pero que se clasificaban de segunda por no haber nacido en la madre patria. Y de allí para abajo.  Los mestizos,  que tenían su sangre tinta o bien como decían los blancos, contaminada de sangre prehispánica o autóctona.  Y al final los jodidos o sean los de raza pura, intocada, no manchada de ninguna mezcla, los de sangre inmaculada, producto de miles de años de civilización. Esos eran los más atrasados, abandonados a la suerte sin poder hacer nada o más bien sin querer atreverse a hacer algo  porque era mejor el “ME AGUANTO,  NO SEA QUE VAYA A PERDER LO  QUE TENGO.  MEJOR VIVO Y COBARDE QUE  VALIENTE  MUERTO”

Y Luego llegaron otros más blancos que los de por acá y con un ejército de risa, comparado con los miles y miles de  hombres que tenemos en nuestra patria, nos arrancaron la mitad de nuestro territorio. Podíamos hacerlos pedazos con solo levantarnos en  hordas salvajes dispuestas a no dejarse, pero solo nos quedamos quietos observando cómo marcharon hacia el centro del país y durante varios meses pusieron su  bandera arriba del palacio nacional hasta que encontraron un traidor que firmó una venta ilegal de todo el norte de nuestro país a un precio irrisorio que fue a parar a los bolsillos de Santa Ana, el traidor más grande que ha pisado estas tierras.  Los hubiéramos hecho pedazos a estos gringos (les pusimos así porque ellos mismos se llamaban “green coats”  o sea chaquetas verdes por su uniforme).  Claro que sí, pudimos aplastarlos  porque éramos muchos pero desgraciadamente no éramos machos y nos faltaban “huesos” para pelear ya que era mejor aguantarse. “NO SEA QUE ME VAYAN A FUSILAR Y PIERDA TODO LO QUE TENGO EN FORMA DE  VIDA, JACAL Y FAMILIA”

Y llegaron otros güeros pero del otro lado del charco y nos impusieron a un emperador tan rubio que nos apantalló y lo dejamos que nos gobernara con grandes promesas de convertirnos en una potencia mundial.  Por fin salieron dos inditos de Oaxaca, que le pusieron bastantes tompiates  al asunto y así fue cuando Díaz con su ejército derrotó a los franceses y los mandó de regreso a su patria y le entregó el poder a Juárez pero solo por un rato ya que luego de un tiempo,  tomó el poder y se convirtió en dictador durante 30 años.  Nunca estuvimos de acuerdo en que se reeligiera tantas veces pero como teníamos que comer y donde vivir pues nos aguantamos NO SEA QUE NOS MANDARAN A LAS MAZMORRAS DE SAN JUAN DE ULUA, COMO A TANTOS INCONFORMES.

Y luego vino la retahíla del QUITATE TU PARA PONERME YO  y nunca nos atrevimos a hacer nada. Solo miramos como Madero  expulsó a Díaz,  y luego De la Huerta a Madero, para ver como Carranza se proclamó el bueno para que llegara Obregón y lo matara en Tlaxcalantongo. Y nosotros no hacíamos nada, solo veíamos como este manco se trató de reelegir y Calles (o la iglesia). lo mataron. Luego  éste último puso a tres peleles a gobernar y nadie se atrevió a reclamárselo.  Después  vino lo peor. Se le ocurrió inventar un partido político,  disque para que controlara los tres poderes o sean obreros, campesinos y burócratas y que perdurara mil años. (Afortunadamente solo duraron 70 pero con breve interrupción amenazan con regresar por otro tanto)

Y nosotros que somos unos dejadótes solo nos quedamos observando que desfilaban unos tras otros amasando fortunas  enormes que convertían en minúsculas las que otros gobernantes durante la dictadura se habían acumulado. Y el pueblo solo veía  la realidad. Se enteraba, murmuraba (entre ellos) pero nadie hacia nada. Los que se atrevían a hacer algo para conseguir un cambio eran masacrados o bien desterrados.  (En la mayoría de los casos eran invitados a participar en ese juego de  dilapidar  la riqueza  del pobre México).

Y cada vez había  más pobres. Los campesinos que una vez fueron la riqueza del país, y que producían todo lo que se requería, empezaron a desaparecer como batracios en los charcos que se secaban por falta de oportunidades. La mayoría abandonaba sus tierritas para emigrar a las ciudades o bien al extranjero, en donde demostraban sus habilidades de producir milagros con sus manos.  Y los gobernantes cada vez más y más ricos. !No tienen llenadero!. Los presidentes eran los amos y únicos monarcas disfrazados. El PRESIDENCIALISMO ERA LA INSTITUCION REINANTE COMO MONARQUIA PERFECTA. Pero no faltaba el prietito en el arroz y a alguno de ellos se le ocurrió que para darle al pueblo atole con el dedo debería de convertirse  en algo que se pudiera confundir con DEMOCRACIA y así fue como se inventó la PARTIDOCRACIA.  Se autorizaron las leyes para que los partidos políticos pudieran nombrar a sus amigotes y preferidos como diputados de partido y los bautizaron como PLURINOMINALES y como eran muy pocos, se pasaron leyes para aumentarlos de numero hasta llegar a 500 y que se les autorizara un presupuesto de DIEZ MIL MILLONES DE PESOS para que se los repartieran y entonces ocurrió  el milagro. El Presidente que antes era el monarca, se convirtió en su esclavo, un “mandatario de gran lujo”, que solo los medios le hacen caso todos los días, pero que ya ni poder tiene. Ahora son los jefes o presidentes de los partidos cuyos chicharrones solo truenan. Y el pueblo, como el chinito, NADA MAS MILANDO, observando  como se reparten no solo el dinero que ganan cada uno de los diputados, sino la forma en que manejan los destinos de la nación y que entre ellos se ponen de acuerdo para organizar negocios, corruptelas, canonjías, concesiones, atributos, puestos administrativos para sus recomendados compadres, parientes y  NO HACEMOS NADA.  No sea que perdamos el jacal y los tacos de frijol con sal y chile.

NECESITAMOS  ORGANIZAR UN RICO  OMELETTE POPULAR QUE PUEDA METER EN CINTURA A NUESTROS DIPUTADOS. EL INGREDIENTE PARA ELLO.  MUCHOS  HUEVOS. Que se escuche la voz del pueblo,  que se autoricen  los plebiscitos y referéndums para que se ejercite su mandato.  De otra manera  ESTAMOS JODIDOS COMO DIJO AZCARRAGA.  Y ESTO,  UNICAMENTE PORQUE NOS FALTA ALGUIEN CON MUCHOS TUMPIATES TAMAÑO CAGUAMA, QUE NO TEMA PERDER SU JACAL Y SU TACO Y PRENDA EL ALTOPARLANTE POPULAR PARA QUE SE ESCUCHE  AL PUEBLO CON VOZ DE TRUENO. Y SI NO AL TIEMPO. YA FALTA POCO.  YA ESTIRARON LA “LIGA” DEMASIADO. Y es ahora cuando recuerdo el sabio precepto de la LEY DE EDDIE MURPHY que dice: “SRES. DIPUTADOS: SI CONTROLAN ESA “LIGA”, NO SE LA JALEN TANTO, QUE SE PUEDE REVENTAR.
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