UN HURACÁN NUEVAMENTE AZOTA A TULUM
Por Eddie Villa Real
No se trata del huracán Dean, Emily o Wilma o que el Huracán Ramirez se haya emborrachado y armado bronca en el centro del noveno municipio de Quintana Roo. Es sencillamente otro tipo de maldición en forma huracanada que ha caído sobre los pobladores del pueblo mágico, el de las increíbles playas de arena blanca, aguas transparentes color esmeralda que todos los lugares del mundo envidian con recelo.
Es el huracán de las pasiones, de las envidias, de la ambición desmedida y sobre todo el huracán de las venganzas, del odio y de las bajas pasiones humanas que se han desatado con furia grado 5 con vientos huracanados provocados por el ficticio anhelo o más bien deseo humano de tener más y más y más. Sí, más dinero, más poder, más control político, mas terrenos de playa, más coches, joyas, mujeres o chavitos en caso de que sean perversos depravados y pervertidos seres habitantes de estas tierras benditas por los Dioses Mayas.
Si un presidente de nombre Echeverría, tuvo a bien dotar a un grupo de campesinos de unos terrenos abandonados entre una laguna y la playa de Tulum hace exactamente 36 años, después de que se realizaron una serie de estudios técnicos y análisis de la situación, pues es lógico que estos campesinos, (no invasores) convertidos en ejidatarios del NCPE JOSE MARIA PINO SUAREZ, tomaran en posesión pues así lo indica claramente el decreto presidencial y por eso se los dieron ya que esa dotación contaba con los terrenos de playa que eran por propiedad de unos señores Antonio González Avilés y Felipe Hernández Collí, que aceptaron la creación del ejido mencionado cediendo sus terrenos de playa y recibiendo a cambio una cantidad mucho mayor de terreno ejidal. De hecho 200 hectáreas cada uno lo que compensaba con creces los terrenos afectados y cedidos al ejido en la playa. Y si otro presidente de nombre Carlos Salinas, les entrega certificados de posesión firmados por el mismo y además cambia la ley para que permita a los ejidatarios para que puedan ceder, vender, enajenar, arrendar sus parcelas o predios ya sean de playa o no, pues los buenos miembros del ejido mencionado se dedicaron a vender pedazos de sus 150 metros de frente de playa que tenían. Si se lo gastaron en borracheras y burdeles era su dinero y no hay nadie que les pueda reclamar algo. Lo único que quizás se les pudiera echar en cara es que vendieron sus derechos a diestra y siniestra sin importar si los compradores eran nacionales o extranjeros. A ellos les importaba poco y era problema de los ciudadanos de otros países cumplir con la ley que claramente indica que ellos solo pueden detentar la posesión de terrenos en una franja de 200 km de cualquiera de nuestros litorales o fronteras, a través de un fideicomiso con los bancos de la localidad. Entonces nuestros dignos representantes de más de 15 países se dedicaron a poner los predios a nombres de ciudadanos mexicanos de su confianza y así ha funcionado ésta tira de playa malamente denominada PUNTA PIEDRA .
Sin problema alguno, aparentemente, se iniciaron las construcciones de pequeños hoteles, casas, residencias que cubrieron totalmente la zona y dieron empleo a miles de mayas en la construcción y de gentes de otras localidades aledañas como Chiapas, Tabasco y Veracruz que acudieron por miles buscando trabajo en nuestro precioso Tulum, que como foco luminoso atraía a toda clase de abejas trabajadoras productoras de la miel del progreso. Pero este foco también atrajo a las moscas del mal, bichos extraños que querían aprovecharse del auge en este lugar y se instalaron para controlar toda clase de negocios ilegales. No falto la famosa TIENDITA o bien LA FARMACIA que vendía toda clase de droga a los que acudían diariamente, provocando con esto la distribución de productos nocivos para la salud, pero que muchos viciosos las buscan porque no pueden vivir sin ellos. Mota, coca, piedra, tachas, y drogas mayores como se les denomina a la heroína y el opio que se puede obtener fácilmente en estos lugares. Ah, pero habiendo dinero para comprar droga, éste empieza a ser el foco de la codicia de funcionarios que observan con ojos de implacable sed, lo que ocurre y entonces tienden las redes como telarañas de bichos corruptos e indeseables. No faltan los policías comandados por algunos jefes que se apostan cerca de las narcotiendas y sorprenden a los compradores que llevan en sus bolsas los ilegales productos. Los meten a los separos para sacarles una lana y dejarlos ir, pero la droga, lo que se dice la droga, se decomisa en forma extraoficial y en muchos casos es consumida por policías que también han caído en las garras del vicio, pero en la mayoría de ellos, INCREIBLE, la devuelven mediante una lana a las narcotiendas para que se inicie el ciclo maldito que tiene a un gran sector de la población joven de Tulum en sus garras.
Cientos de jóvenes de ambos sexos cayeron como ranas ante el imán gigantesco que significa la adicción a las drogas. El patrón o común denominador imperante en estos casos siempre es el mismo. Primero en las reuniones o simplemente en las banquetas afuera de las escuelas, el ganchador les ofrece una muestra gratis. Te vas a sentir mejor y la sensación es increíble, le dicen y caen como ranas. Las primeras sensaciones de la mota, coca y principalmente la piedra son extraordinarias. Sienten que vuelan a un paraíso desconocido totalmente para ellos y se transportan y transforman en seres volátiles que les embarga una felicidad proveniente del sexto cielo, o sea el paraíso que siempre han anhelado descubrir. La segunda vez, también es gratis y generalmente son los pseudonovios, los enganchadores que les prometen mas y mas por toda la eternidad- Pero, oh, decepción, la cuarta ya no sale tan gratis. Si es niña, va a tener que ofrecer su tesorito pero como es el novio pues no le hace. Empieza por hacer favores sexuales a su pareja pero lo encuentra totalmente justificado, pues las demás, también lo hacen con sus novios. Y los papas, ni en cuenta. No se enteran el peligro que representa el abismo en donde está a punto de caer su hijita. El novio desaparece o bien se va con otra y entonces empieza a operar el demonio que llevan ya adentro. La adicción ya tomó control y le manda señales inequívocas de: “MAS, QUIERO MAS. A ver cómo le haces chiquita, pero a mí me tienes que alimentar para que te sientas bien y vuelvas a volar, pero si no lo haces, pues te voy a mandar unos dolores y una sensación de desesperación y abandono que no vas a poder controlarla”. Allí, se inicia el ciclo infernal de la adicción a la droga, cualquiera que ésta sea. La niña se inicia en ese camino de la perdición y del vicio que hay que alimentar a costa de lo que sea. Al principio, y este es un patrón establecido, pues a robarle dinero a la bolsa de la descuidada mamá o de la cartera del papá, al cabo no se dan cuenta. Pero cuando esto ocurre, ya no cuenta con ésta fuente de ingresos y se dedica a buscar otros medios. Vender favores de tipo sexual. Versiones serias de maestros o de observadores nos indican claramente que hay un mercado de niñas de secundaria que por simplicismo y comodidad, ofrecen servicios de sexo oral en los coches a precios irrisorios. Con tres o cuatro de estos pueden juntar los 150 o 200 pesos que cuesta una piedra o mota. Los niños por otro lado no tienen más remedio, si es que están bien ganchados también, de ofrecerse como presas a los bestiales instintos de los depravados o, no se sabe que es peor, se meten a las bandas de narcotraficantes menudistas para obtener su dinero o bien su droga gratis. Las bandas pululan en las colonias periféricas y se disputan los mercados y los clientes provocando con esto grandes conflictos bélicos entre bandas que como destructor huracán azota a nuestro Tulum.
Pero este no es el único, hay otro que se asoma en lontananza como nube negra. Los grandes desarroladores habitacionales y turísticos que tienen asolados casi todos los estados en la república, que se dedican a quedarse gratis con terrenos baldíos o desprotegidos o bien en manos de precaristas o gentes sin grandes apoyos financieros, ya aparecieron en Tulum. La meta es quedarse con los terrenos de selva o de playa gratis para ofrecer a precios altísimos los predios urbanizados, quedándose con ganancias enormes que justifiquen sus ansias de ambición desmedida y lucro que tienen arraigadas en sus bestiales instintos insaciables de tener más y más y más. Estos, ya llegaron hace tiempo a Tulum A como dé lugar, con trampas, cochupos, actos corruptos, compra de jueces y funcionarios, hacen lo imposible para quedarse con los predios de los adquirentes de predios de playa o bien de selva. Inventando huelgas, realizando notificaciones a personas que no tienen ingerencia o bien conocimiento de causa. Lo de la huelga de los Schiavone, lo de las denuncias penales por delitos de despojo por parte de ellos o bien los despojos realizados por Garza Ponce nos indican que la nube negra del huracán que amenaza a Tulum, no solo se asoma a lo lejos sino que ya llegó. Y las autoridades no hacen nada para detenerla sino a contrario se reúnen con los violadores de posesiones para celebrar el éxito como fue en el caso de OCHO TULUM que pasó a manos del conocido político panista de nombre Soto, propietario de varios hoteles y clubs de playa que ya consiguió el contrato para arrendar OCHO que ahora se llama ANA Y JOSE C-OCHO-PO. Allí mismo en ese nuevo lugar estaban los dueños y funcionarios celebrando el éxito y planeando el siguiente que es POSADA MARAGERTA, un hotelito de un inversionista italiano que tiene años en ese lugar.
Es tal el desinterés de nuestros gobernantes por el cuidado de Tulum que cuando vino nuestro amigo JOSE LUIS LEZAMA, Director de Estudios Ambientales del famoso COLEGIO DE MEXICO para ver en forma personal y estudiar lo que está ocurriendo con ALDEA ZAMNA y lo que los extranjeros están contaminando con sus hoteles de playa como es el caso de COQUI COQUI SPA, y otros en SIAN KHAN, éste, el más famoso funcionario maya de Tulum, no lo recibíó argumentando que no sabía ni que chingaos contestarle. Así se lo informó a sus amigos que trataron de conseguirle la cita al prestigiado catedrático y editorialista del diario REFORMA. No sabe lo que esto costó.
La nube negra del huracán que se asoma sobre Tulum, sigue avanzando. Actos corruptos, tramites ilegales, mordidas para permitir construcciones sin permisos ni manifestaciones de impacto ambiental, cochupos como los de OCHO, tolerancia a los narcomenudistas, impunidad absoluta para los delincuentes dan como resultado que ocurran crímenes arteros y cobardes como fue el asesinato de nuestro amigo y colaborador de EXPRESIONES , Alberto Velázquez, un buen hombre padre de familia, eficiente abogado dedicado a apoyar las causas justas y dedicado periodista, crimen que con toda seguridad quedara impune, gracias al desinterés de nuestros leales servidores públicos que ven la tempestad sobre Tulum y acostumbrados a los huracanes, no se hincan a rezar a sus dioses mayas.
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